En el altiplano central mexicano, al norte del Estado de Tlaxcala y en colindancia con el Estado de Puebla, se encuentra el Municipio de Tlaxco. Su nombre proviene de la palabra náhuatl tlachco, que significa “en el lugar del juego de pelota”.

Los primeros registros del paso del ser humano por la zona que hoy comprende el Municipio de Tlaxco datan, aproximadamente, del año 2 000 A.C. y son las pinturas rupestres de la Rosa, ubicadas en la comunidad de este mismo nombre. Durante la época Prehispánica, diversos grupos humanos se asentaron en la zona: dando pie a la fundación del señorío de Tliliuhquitepec, de los cuales sobreviven vestigios de cerámica típica de la llamada cultura Tlaxco encontrados en la zona.

En la época de Colonia se fundan diversas haciendas dedicadas a la ganadería y la agricultura, muchas de las cuales mantiene, hasta la fecha, sus fachadas actuales, que son espectáculos arquitectónicos dignos de ser vistos, tal es el ejemplo de la de Mazaquiahuac, fundada en 1549.

Del mismo periodo, Tlaxco conserva un número significativo de edificaciones de tipo religioso y de diversos estilos que maravillarán al visitante por ejemplo la Parroquia de San Agustín de Hipona que data del siglo XVIII. Ya en el México independiente son varios los acontecimientos históricos que marcan a este hermoso municipio, entre ellos destaca la visita del General Porfirio Díaz, en enero de 1894, para inaugurar el Palacio Municipal.